Como un torniquete ha sido todo esto. Que por curar una herida, por intentar que deje de sangrar, he presionado más de la cuenta.
Aún así, la herida no deja de sangrar, no para, no cesa… Siento cómo me muero por dentro cada día, cada noche.
Hace más de una semana que estoy ingresada. Los médicos dicen que mejoro por momentos, pero hay noches que convulsiono y parece que no hay vuelta atrás. Sí, me estoy muriendo.
Hace dos noches, el jefe del hospital vino de madrugada y habló conmigo. Me dijo que mi enfermedad no tiene cura, pero que existen diferentes tratamientos para aliviarla. A la noche siguiente, me dijo que no pueden aplicarme ninguno de ellos.
Sí, me siento morir. Siento cómo mi corazón va poquito a poco dejando de latir. El jefe del hospital me ha dicho que ya no hay nada que hacer, que la vida es así.
Y yo me empeño en pensar que mientras mi corazón lata, siempre guardaré en él una micra de esperanza.
Sí, me estoy muriendo sin ti.
HOla, siento mucho el haberte dado solo publicidad de mi blog y no omentar nada acerca del tuyo, la verdad me quedé alucinada al leer este maravilloso texto. Es precioso y a la vez triste pero refleja a la perfección el dolor que uno siente cuando falta ese alguien tan especial...
ResponderEliminarMe encantó...
Desde aquí te animo a seguir plasmando tus pensamientos con alg tan maravilloso como las letras...
Un abrazo enorme
No sabes hasta qué punto te entiendo, entiendo como te sientes, incluso lo comparto... Pero estoy segura de que todo es cuestión de tiempo, y que poco a poco, lo que ahora te mata te dejará de doler... La vida es así, pero está bien que tengas, como tú dices, una micra de esperanza... No la pierdas, quien sabe lo que puede pasar...
ResponderEliminarMuaa.
No sabes cuanto te entiendo. He sentido esto por casi un año y no sabes cuanto quiero que acabe. Como quien comentó anteriormente, eventualmente el dolor pasará. PERO SIEMPRE HAY ESPERANZA. :)
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